Traumatismo toracico grave y mortalidad en el paciente anciano
Su evolución en pacientes geriátrico: El 30% de los traumatismos se dan en pacientes de 65 años o más, siendo éstos más graves y con peor pronóstico.Los pacientes en la última década presentaron: mayor gravedad, mayor necesidad y días de ventilación mecánica.
Autor(es): Peñasco Y, González-Castro A., Rodríguez-Borregan JC, Muñoz C, LLorca J.
Enlace: Rev Calid Asist. 2016; 31: 204-211.
Los traumas graves constituyen una pandemia mundial y una de las principales causas de muerte y discapacidad, sobre todo en adultos jóvenes.1 Su pronóstico depende de varios factores, como la gravedad y energía del trauma, la reserva fisiológica del paciente y la calidad y precocidad de los cuidados administrados. Estos últimos son los factores modificables.2 Sin embargo, ello tan solo es posible en el caso de que se monitorice adecuadamente la realidad asistencial, lo que pasa inexorablemente por la existencia de un registro de trauma.2,3
Los registros pueden monitorizar el proceso de atención a traumas graves de manera completa y su utilidad incluye, entre otras, la monitorización de las tendencias epidemiológicas, la promoción de la producción científica y de salud pública, el diseño de planes de actuación personales y la optimización de recursos, funciones relacionadas con la acreditación y la elaboración de diferentes escalas relacionadas con el trauma.4, 5 La metodología empleada en los diferentes registros dista de ser uniforme.6,7,8
Actualmente la población está envejeciendo; sin embargo, ha mejorado la calidad de vida y el estado funcional del anciano. El 30% de los traumatismos se dan en pacientes de 65 años o más, siendo éstos más graves y con peor pronóstico.9
Estudio observacional y retrospectivo de los pacientes ingresados en el Servicio de Medicina Intensiva (SMI) del Hospital General Universitario Marqués de Valdecilla con el diagnóstico principal de traumatismo torácico. Incluyen los pacientes con edad ≥ 65 años ingresados durante dos décadas, y excluyen los pacientes sin medidas agresivas de tratamiento y parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria. Analizan entre otras variables: mecanismo lesional, hemodinámica, escala de coma de Glasgow (GCS), APACHE II e Injury Severity Score (ISS). Hubo un total de 235 pacientes y se establecieron dos grupos: Grupo I (1992-2001, n = 110) y Grupo II (2002-2011, n = 125).
Los resultados más significativos fueron: edad media 74,5± 6,8 años, GCS 12,1± 4,4, HTA 31,1%, cardiopatía 19,1%, EPOC 11,1%, diabetes mellitus 14%, neoplasia maligna 3,8% y hepatopatia crónica 1,3%. El principal motivo de ingreso fue: control clínico 44,7%, inestabilidad hemodinámica 26% e insuficiencia respiratoria 10,6%. La causa más frecuente de lesión fue el atropello 37%, acompañante 26,8%, precipitación 15,7% y caída desde la propia altura 12,8%. Las fracturas costales múltiples fue la lesión más frecuente encontrada (80,7%) y la lesión vascular la menos frecuente (1,6%). La lesión extratorácica más frecuente asociada fue el traumatismo esquelético 42,6% y el TCE 39,6%. La mortalidad en el SMI fue 29,3%. Cuando se compararon ambos grupos de estudio, en el Grupo II se objetivó mayor comorbilidad, ISS, Ventilacion mecánica invasiva (VMI) y días de VMI. Hubo asociación entre la mortalidad, VMI, APACHE II, e ISS. El modelo multivariante solo mostraron asociación entre la mortalidad: edad (OR 1,08 por cada año superior a 65), APACHE II y VMI. Así mismo, se encontró una menor mortalidad en la última década de estudio.
El estudio muestra una disminución de la mortalidad en la población anciana con TTG a lo largo de la última década de estudio, a pesar de existir mayor comorbilidad y mayor riesgo de traumatismo. No se implementó protocolo de actuación; sin embargo, los pacientes en la última década presentaron: mayor gravedad (ISS), mayor necesidad y días de VMI. Los autores comentan que, además de la mejora sociosanitaria, podrían contribuir: 1) mayor conocimiento de la enfermedad traumática en la población anciana. 2) mayor formación de los especialistas. 3) diagnóstico de gravedad precoz y traslado a centros de referencia. 4) el ingreso precoz en los SMI.
Traducción y resumen: Dr. Rafael Perez Garcia vía EmergenMedHB
1. Alberdi F, García I, Atutxa L, Zabarte M, Trauma and Neurointen- sive Care Work Group of the SEMICYUC. Epidemiology of severe trauma. Med Intensiva. 2014;38:580-8.
2. Chico Fernández M, García Fuentes C, Guerrero López F. Trauma registries: A health priority, a strategic project for the SEMIC- YUC. Med Intensiva. 2013;37:284-9.
Willis CD, Gabbe BJ, Cameron PA. Measuring quality in trauma care. Injury. 2007;38:527-37.
4. Moore L, Clark DE. The value of trauma registries. Injury. 2008;39:686-95.
5. Cameron PA, Gabbe BJ, McNeil JJ, Finch CF, Smith KL, Cooper DJ, et al. The trauma registry as a statewide quality improve- ment tool. J Trauma. 2005;59:1469-76.
6. O’Reilly GM, Gabbe B, Cameron PA. Trauma registry metho- dology: A survey of trauma registry custodians to determine current approaches. Injury. 2015;46:201-6.
7. Pino Sánchez FI, Ballesteros Sanz MA, Cordero Lorenzana L, Guerrero López F, Grupo de Trabajo de Trauma y Neuroin- tensivismo de SEMICYUC. Quality of trauma care and trauma registries. Med Intensiva. 2015;39:114-23.
8. Epidemiology of severe trauma in Spain. Registry of trauma in the ICU (RETRAUCI). Pilot phase. Chico-Fernández M, Llompart-Pou JA, Guerrero-López F, Sánchez-Casado M, García-Sáez I, Mayor-García MD, Egea-Guerrero J, Fernández-Ortega JF, Bueno-González A, González-Robledo J, Servià-Goixart L, Roldán-Ramírez J, Ballesteros-Sanz MÁ, Tejerina-Alvarez E, García-Fuentes C, Alberdi-Odriozola F; en representación del Grupo de Trabajo de Trauma y Neurointensivismo SEMICYUC. Med Intensiva 2016; 40: 327-347.
9. Age-related injury patterns in Spanish trauma ICU patients. Results from the RETRAUCI. Llompart-Pou JA, Chico-Fernández M, Sánchez-Casado M, Alberdi-Odriozola F, Guerrero-López F, Mayor-García MD, González-Robledo J, Ballesteros-Sanz MÁ, Herrán-Monge R, León-López R, López-Amor L, Bueno-González A; Trauma Neurointensive Care Working Group of the Spanish Society of Intensive Care Medicine (SEMICYUC). Injury 2016; 47 Suppl 3: S61-S65. [PubMed]
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Los traumas graves constituyen una pandemia mundial y una de las principales causas de muerte y discapacidad, sobre todo en adultos jóvenes.1 Su pronóstico depende de varios factores, como la gravedad y energía del trauma, la reserva fisiológica del paciente y la calidad y precocidad de los cuidados administrados. Estos últimos son los factores modificables.2 Sin embargo, ello tan solo es posible en el caso de que se monitorice adecuadamente la realidad asistencial, lo que pasa inexorablemente por la existencia de un registro de trauma.2,3
Los registros pueden monitorizar el proceso de atención a traumas graves de manera completa y su utilidad incluye, entre otras, la monitorización de las tendencias epidemiológicas, la promoción de la producción científica y de salud pública, el diseño de planes de actuación personales y la optimización de recursos, funciones relacionadas con la acreditación y la elaboración de diferentes escalas relacionadas con el trauma.4, 5 La metodología empleada en los diferentes registros dista de ser uniforme.6,7,8
Actualmente la población está envejeciendo; sin embargo, ha mejorado la calidad de vida y el estado funcional del anciano. El 30% de los traumatismos se dan en pacientes de 65 años o más, siendo éstos más graves y con peor pronóstico.9
Estudio observacional y retrospectivo de los pacientes ingresados en el Servicio de Medicina Intensiva (SMI) del Hospital General Universitario Marqués de Valdecilla con el diagnóstico principal de traumatismo torácico. Incluyen los pacientes con edad ≥ 65 años ingresados durante dos décadas, y excluyen los pacientes sin medidas agresivas de tratamiento y parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria. Analizan entre otras variables: mecanismo lesional, hemodinámica, escala de coma de Glasgow (GCS), APACHE II e Injury Severity Score (ISS). Hubo un total de 235 pacientes y se establecieron dos grupos: Grupo I (1992-2001, n = 110) y Grupo II (2002-2011, n = 125).
Los resultados más significativos fueron: edad media 74,5± 6,8 años, GCS 12,1± 4,4, HTA 31,1%, cardiopatía 19,1%, EPOC 11,1%, diabetes mellitus 14%, neoplasia maligna 3,8% y hepatopatia crónica 1,3%. El principal motivo de ingreso fue: control clínico 44,7%, inestabilidad hemodinámica 26% e insuficiencia respiratoria 10,6%. La causa más frecuente de lesión fue el atropello 37%, acompañante 26,8%, precipitación 15,7% y caída desde la propia altura 12,8%. Las fracturas costales múltiples fue la lesión más frecuente encontrada (80,7%) y la lesión vascular la menos frecuente (1,6%). La lesión extratorácica más frecuente asociada fue el traumatismo esquelético 42,6% y el TCE 39,6%. La mortalidad en el SMI fue 29,3%. Cuando se compararon ambos grupos de estudio, en el Grupo II se objetivó mayor comorbilidad, ISS, Ventilacion mecánica invasiva (VMI) y días de VMI. Hubo asociación entre la mortalidad, VMI, APACHE II, e ISS. El modelo multivariante solo mostraron asociación entre la mortalidad: edad (OR 1,08 por cada año superior a 65), APACHE II y VMI. Así mismo, se encontró una menor mortalidad en la última década de estudio.
El estudio muestra una disminución de la mortalidad en la población anciana con TTG a lo largo de la última década de estudio, a pesar de existir mayor comorbilidad y mayor riesgo de traumatismo. No se implementó protocolo de actuación; sin embargo, los pacientes en la última década presentaron: mayor gravedad (ISS), mayor necesidad y días de VMI. Los autores comentan que, además de la mejora sociosanitaria, podrían contribuir: 1) mayor conocimiento de la enfermedad traumática en la población anciana. 2) mayor formación de los especialistas. 3) diagnóstico de gravedad precoz y traslado a centros de referencia. 4) el ingreso precoz en los SMI.
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1. Alberdi F, García I, Atutxa L, Zabarte M, Trauma and Neurointen- sive Care Work Group of the SEMICYUC. Epidemiology of severe trauma. Med Intensiva. 2014;38:580-8.
2. Chico Fernández M, García Fuentes C, Guerrero López F. Trauma registries: A health priority, a strategic project for the SEMIC- YUC. Med Intensiva. 2013;37:284-9.
Willis CD, Gabbe BJ, Cameron PA. Measuring quality in trauma care. Injury. 2007;38:527-37.
4. Moore L, Clark DE. The value of trauma registries. Injury. 2008;39:686-95.
5. Cameron PA, Gabbe BJ, McNeil JJ, Finch CF, Smith KL, Cooper DJ, et al. The trauma registry as a statewide quality improve- ment tool. J Trauma. 2005;59:1469-76.
6. O’Reilly GM, Gabbe B, Cameron PA. Trauma registry metho- dology: A survey of trauma registry custodians to determine current approaches. Injury. 2015;46:201-6.
7. Pino Sánchez FI, Ballesteros Sanz MA, Cordero Lorenzana L, Guerrero López F, Grupo de Trabajo de Trauma y Neuroin- tensivismo de SEMICYUC. Quality of trauma care and trauma registries. Med Intensiva. 2015;39:114-23.
8. Epidemiology of severe trauma in Spain. Registry of trauma in the ICU (RETRAUCI). Pilot phase. Chico-Fernández M, Llompart-Pou JA, Guerrero-López F, Sánchez-Casado M, García-Sáez I, Mayor-García MD, Egea-Guerrero J, Fernández-Ortega JF, Bueno-González A, González-Robledo J, Servià-Goixart L, Roldán-Ramírez J, Ballesteros-Sanz MÁ, Tejerina-Alvarez E, García-Fuentes C, Alberdi-Odriozola F; en representación del Grupo de Trabajo de Trauma y Neurointensivismo SEMICYUC. Med Intensiva 2016; 40: 327-347.
9. Age-related injury patterns in Spanish trauma ICU patients. Results from the RETRAUCI. Llompart-Pou JA, Chico-Fernández M, Sánchez-Casado M, Alberdi-Odriozola F, Guerrero-López F, Mayor-García MD, González-Robledo J, Ballesteros-Sanz MÁ, Herrán-Monge R, León-López R, López-Amor L, Bueno-González A; Trauma Neurointensive Care Working Group of the Spanish Society of Intensive Care Medicine (SEMICYUC). Injury 2016; 47 Suppl 3: S61-S65. [PubMed]
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