Manejo en Cuidados Intensivos de COVID-19
Desafíos y recomendaciones: El personal de la UCI debe prepararse para esta oleada de pacientes con manifestaciones severas del SARS-Cov-2, potencialmente abrumadora y optimizar los flujos de trabajo por adelantado.
Autor(es): J. Phua, L. Weng y colaboradores
Enlace: The Lancet Respiratory, April 6 ,2020: S2213-2600 (20)30161-2
|
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es la tercera infección por coronavirus en dos décadas que se describió originalmente en Asia, después del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS).
A medida que la pandemia de COVID-19 se extiende por todo el mundo, los profesionales de la unidad de cuidados intensivos (UCI), los administradores de hospitales, los gobiernos, los encargados de formular políticas y los investigadores deben prepararse para un aumento repentino de pacientes críticos.
En esta revisión, los autores se han basado en la experiencia de los profesionales asiáticos de la UCI en una variedad de entornos, y en la literatura disponible sobre el manejo de pacientes críticos con COVID-19 y afecciones relacionadas, para proporcionar una visión general de los desafíos que enfrenta la comunidad de la UCI, sus desafíos y recomendaciones.
► Epidemiología y características clínicas de pacientes críticos
➥ "El número de personas diagnosticadas con COVID-19 en todo el mundo cruzó la marca del millón el 2 de abril de 2020; la tasa de letalidad en 204 países y territorios fue del 5,2%."
En una revisión realizada por la Misión Conjunta OMS-China de 55.924 casos confirmados por laboratorio en China, 6,1% fueron clasificados como críticos (insuficiencia respiratoria, shock y disfunción o falla de múltiples órganos) y 13,8% como graves (disnea, FR ≥30 respiraciones por minuto, saturación de oxígeno ≤93%, presión parcial de oxígeno arterial a fracción de oxígeno inspirado [PaO 2 / FiO 2 ] relación <300 mm Hg, y aumento de infiltrados pulmonares> 50% dentro de 24-48 h).
Los pacientes críticos con COVID-19 son mayores y tienen más comorbilidades, incluida la hipertensión y la diabetes, que los pacientes no críticos. Los síntomas más comunes son inespecíficos: fiebre, tos, fatiga y disnea. El tiempo medio desde el inicio de los síntomas hasta el desarrollo de la neumonía es de aproximadamente 5 días y la mediana del tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la hipoxemia grave y el ingreso en la UCI es de aproximadamente 7 a 12 días.
La mayoría de los pacientes tienen opacidades bilaterales en la radiografía de tórax y la TC. Los hallazgos comunes de la TC son opacidades y consolidación de vidrio esmerilado.
La insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda (a veces con hipercapnia severa) por síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) es la complicación más común (en el 60-70% de los pacientes ingresados en la UCI), seguida de shock (30%), disfunción miocárdica (20– 30%) y daño renal agudo (10-30%). Los pacientes de edad avanzada pueden desarrollar hipoxemia sin dificultad respiratoria. En un estudio, se observó arritmia en el 44% de los pacientes de la UCI.
La mortalidad está asociada con la edad avanzada, comorbilidades (incluyendo hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas y cáncer), insuficiencia respiratoria, concentraciones más altas de dímero D y proteína C reativa, recuentos de linfocitos más bajos, e infecciones secundarias.
El tiempo medio desde el inicio de los síntomas hasta la muerte es de 2 a 8 semanas, mientras que el tiempo medio desde el inicio de los síntomas hasta la recuperación clínica es de 6 a 8 semanas.
Las características clínicas inespecíficas no distinguen fácilmente COVID-19 grave de otras causas de neumonía grave adquirida en la comunidad. La OMS sugiere que se sospeche COVID-19 en pacientes con enfermedad respiratoria aguda y fiebre, además de viajar o residir en un lugar que comunique transmisión comunitaria, o contactar con un caso COVID-19 confirmado o probable en los 14 días antes del inicio de los síntomas; y en pacientes con enfermedad respiratoria aguda grave que requieren hospitalización sin un diagnóstico alternativo que explique completamente la presentación clínica.
Dado el aumento exponencial en el número de áreas con transmisión comunitaria en todo el mundo, los profesionales de la UCI deben tener cada vez más un alto índice de sospecha y un umbral bajo para las pruebas de diagnóstico para cualquier paciente con infección respiratoria aguda grave, cuando esté disponible.
➥ "El diagnóstico se basa en ensayos de RT-PCR para el SARS-CoV-2. Los pacientes con neumonía pueden tener muestras falsamente negativas del tracto respiratorio superior."
Aunque la OMS recomienda tomar muestras del tracto respiratorio inferior, como con esputo y aspirados endotraqueales, estos procedimientos potencialmente generan aerosoles y deben realizarse con estrictas precauciones. Es posible que se requiera un muestreo repetido cuando las pruebas iniciales sean negativas a pesar de las características clínicas sospechosas.
Figura. Sugerencia de abordaje inicial
► Manejo de la insuficiencia respiratoria aguda
Las recomendaciones actuales se basan en la evidencia existente de otras infecciones respiratorias virales y el manejo general de cuidados intensivos. Los informes sugieren que la ventilación no invasiva (VNI) y la cánula nasal de alto flujo (HFNC) se utilizaron entre un tercio y dos tercios de los pacientes críticos con COVID-19 en China.
Los datos epidemiológicos sugieren que la VNI se asoció con la transmisión nosocomial del SARS; sin embargo, los datos del laboratorio humano sugieren que la VNI no genera aerosoles. Aunque la VNI podría reducir la intubación y la mortalidad en el SDRA leve, se asocia con una mayor mortalidad en SDRA moderado a severo, y un alto riesgo de falla en MERS.
Aunque la evidencia débil sugiere que la cánula nasal de alto flujo (HFNC) podría reducir las tasas de intubación sin afectar la mortalidad en pacientes no seleccionados con insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda, la intubación retrasada como consecuencia de su uso puede aumentar la mortalidad.
Por lo tanto, VNI y HFNC deben reservarse para pacientes con SDRA leve hasta que se disponga de más datos.
La intubación de pacientes con COVID-19 también presenta un riesgo de transmisión viral a los trabajadores de la salud, y los simulacros de intubación son cruciales. El operador más capacitado disponible debe realizar la tarea con equipo de protección personal (EPP) completo y la preparación necesaria para las vías respiratorias difíciles. El número de asistentes debe limitarse para reducir la exposición. La ventilación con máscara de bolsa, que genera aerosoles, debe minimizarse mediante una oxigenación previa prolongada.
Un enfoque principal de la ventilación mecánica para COVID-19 es evitar la lesión pulmonar inducida por el respirador al tiempo que se facilita el intercambio de gases a través de la ventilación de protección pulmonar.
La posición en pronación del paciente debe adoptarse tempranamente, dada su asociación con una mortalidad reducida en otras causas de SDRA grave. La tendencia del SARS-CoV-2 a afectar las áreas periféricas y dorsales de los pulmones proporciona las condiciones ideales para una respuesta de oxigenación positiva en posición prono.
La oxigenación de membrana extracorpórea venosa-venosa (ECMO) está reservada para los pacientes con SDRA más graves en vista de la evidencia de que podría mejorar la supervivencia.
► Otros tratamientos en cuidados intensivos
Los pacientes con COVID-19 pueden tener hipovolemia debido a anorexia, vómitos y diarrea. Sin embargo, los líquidos deben administrarse con precaución, dada la alta incidencia de disfunción miocárdica en COVID-19. Esta incidencia podría deberse a una fuerte afinidad de unión de la proteína de la punta del SARS-CoV-2 a la enzima convertidora de angiotensina humana 2 (ACE2), un receptor de membrana crucial para la entrada en la célula huésped que se expresa en el corazón y los pulmones.
La mayoría de los pacientes con COVID-19 en China recibieron antibióticos empíricos de amplio espectro y muchos, oseltamivir, porque el diagnóstico de laboratorio de COVID-19 lleva tiempo, y a menudo es difícil distinguir la enfermedad de otras neumonías bacterianas y virales.
Los informes chinos también muestran que se administraron corticosteroides sistémicos a aproximadamente la mitad de los pacientes con COVID-19 con enfermedad grave o crítica. Un estudio retrospectivo de 84 pacientes con SDRA asociado con COVID-19 encontró una menor mortalidad en aquellos tratados con metilprednisolona, pero los resultados están limitados por el diseño observacional del estudio, el pequeño tamaño de la muestra y los posibles factores de confusión.
Debido a que COVID-19 podría estar asociado con una tormenta de citoquinas como la que se observa en otras infecciones virales, se ha propuesto la inmunosupresión como un enfoque que podría ser beneficioso para pacientes con signos de hiperinflamación, como el aumento de las concentraciones de ferritina. Los beneficios de la inmunosupresión no están comprobados y el papel de los corticosteroides en COVID-19 sigue sin estar claro, por lo que hasta que no se disponga de más datos, no se recomienda el uso rutinario de corticosteroides en infecciones virales agudas graves respiratorias, incluido COVID-19.
La salida rápida de la ventilación mecánica invasiva para reducir la incidencia de neumonía asociada al respirador y crear capacidad en la UCI debe equilibrarse con los riesgos de extubación prematura y la posterior re-intubación (y los riesgos concomitantes) de transmisión viral a trabajadores de la salud).
➦ "La transferencia de pacientes fuera de la UCI para estudios como tomografías computadas corre el riesgo de propagar el SARS-CoV-2 y puede minimizarse con alternativas como la ecografía en el punto de atención."
Finalmente, la mediana de la estadía en la UCI para COVID-19 fue de 8 días en un informe chino; sin embargo, se necesitan estudios más amplios para comprender mejor el curso de COVID-19 después de la admisión a la UCI.
La OMS recomienda que el aislamiento de los pacientes requiera recuperación clínica y dos ensayos negativos de RT-PCR realizados con 24 h de diferencia. La eliminación viral en el tracto respiratorio superior continúa más de 10 días después del inicio de los síntomas en COVID-19 grave. Este hecho tiene implicancias significativas para el uso de instalaciones de aislamiento.
► Terapias reutilizadas y experimentales
No existe una terapia comprobada para COVID-19, pero varios candidatos, algunos utilizados anteriormente contra SARS-CoV y MERS-CoV, se han utilizado empíricamente y están siendo investigados: remdesivir, lopinavir-ritonavir, cloroquina, hidroxicloroquina, inmunoglobulina intravenosa, plasma convaleciente, tocilizumab, favipiravir y medicinas chinas tradicionales.
Es cierto que las terapias para las cuales la eficacia no está respaldada por pruebas sólidas, ni en COVID-19, ni siquiera en SARS y MERS, se administran con la esperanza de mejorar los resultados, antes o en paralelo con los estudios clínicos. Aunque se puede buscar la orientación de expertos de sociedades locales o internacionales, los pacientes tratados con terapias experimentales deben inscribirse en un estudio clínico cuando sea posible.
➥ "COVID-19 es extremadamente transmisible, con cada caso sembrando más de dos casos secundarios."
En el informe de la Misión Conjunta OMS-China, 2055 trabajadores de la salud representaron 3,7% de los casos con COVID-19 confirmado por laboratorio en China. La OMS recomienda que el equipo de protección personal (EPP) para los trabajadores de la salud que brinden atención directa a pacientes con COVID-19 incluya máscaras médicas, batas, guantes y protección para los ojos con gafas o caretas. Para los procedimientos de generación de aerosoles (intubación traqueal, VNI, traqueotomía, reanimación cardiopulmonar, ventilación con mascarilla y broncoscopia), las máscaras deben ser respiradores equivalentes a N95 o FFP2, y las batas o delantales deben ser impermeables.
Existen varias dificultades relacionadas con el EPP. Se necesita prestar mucha atención a la cadena de suministro dada la escasez mundial de barbijos y respiradores. Se pueden considerar máscaras reutilizables no N95 con filtros de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA). Aunque los trabajadores de la salud a menudo se centran en ponerse el EPP, los datos sugieren un riesgo sustancial de autocontaminación al quitarse el EPP. La capacitación sobre los pasos específicos para usar y quitarse el EPP, junto con la limpieza de manos, es crucial.
La descontaminación de superficies también es clave para la prevención de infecciones. SARS-CoV-2 persiste en superficies inanimadas como plástico y acero inoxidable por hasta 72 horas.
Debido a que más de un tercio de los teléfonos móviles de los trabajadores de la salud podrían estar contaminados con patógenos virales comunes, estos deben limpiarse regularmente o envolverse con bolsas que se desechan después del contacto con los pacientes o diariamente.
Las visitas a la UCI deben restringirse o prohibirse para evitar una mayor transmisión, excepto quizás por la muerte inminente. Siempre que sea posible, la videoconferencia a través de teléfonos móviles u otras interfaces se puede utilizar para la comunicación entre familiares y pacientes o trabajadores de la salud.
Para proteger a otros pacientes y trabajadores de la salud, los pacientes críticos con COVID-19 sospechado o confirmado deberían ser admitidos idealmente en una sala de aislamiento respiratorio que esté a presión negativa en relación con las áreas circundantes, con lavamanos accesibles y dispensadores de alcohol en gel, especialmente si se realizan procedimientos con generación de aerosoles.
Como alternativa, los pacientes pueden ser ubicados en habitaciones individuales con ventilación adecuada y con las puertas cerradas, según lo recomendado por la OMS.
Cuando las habitaciones individuales de la UCI no están disponibles, la cohorte de casos en habitaciones compartidas con personal dedicado es una alternativa, con camas separadas.
Aunque la evidencia actual apunta a la transmisión de COVID-19 por gotitas en lugar de a través del aire, las preocupaciones de transmisión nosocomial en habitaciones compartidas persisten, especialmente cuando se realizan procedimientos de generación de aerosoles. Las máscaras de oxígeno con filtros HEPA pueden proporcionar cierta protección para pacientes no intubados.
► Capacidad de la UCI
Controlar la propagación comunitaria de COVID-19 es difícil pero posible, y crucial para la preservación de la capacidad de la UCI. La mayoría de los países no pueden igualar la hazaña de China de construir rápidamente nuevos hospitales y UCI durante el brote de COVID-19 en Wuhan. El aumento en el número de pacientes críticos con COVID-19 puede ocurrir rápidamente.
Por lo tanto, los profesionales de la UCI, los administradores de hospitales, los gobiernos y los encargados de formular políticas deben planificar con anticipación un aumento sustancial en la capacidad de camas de cuidados críticos.
► "Agregar camas en una UCI preexistente es una posibilidad, pero las limitaciones de espacio y la transmisión nosocomial por hacinamiento limitan esta opción."
Un aumento sustancial en la capacidad de la UCI implica un aumento no solo en el número de camas, sino también en el equipo (por ejemplo, respiradores), insumos descartables, productos farmacéuticos y personal. Para reducir la tensión en las UCI, las cirugías electivas deben posponerse, y los pacientes leves de otras áreas deben ser dados de alta.
► "Las altas tasas de carga de trabajo de UCI a personal están asociadas con un aumento en la mortalidad del paciente."
Puede ser necesario aumentar el personal con colegas de otras unidades de cuidados intensivos (UCI) o incluso áreas ajenas a la UCI. La capacitación de este personal externo en gestión de cuidados intensivos generales y protocolos específicos COVID-19 es crucial.
La dotación de personal de las UCI debe tener en cuenta el riesgo de que los trabajadores de la salud se infecten con el SARS-CoV-2. Minimizar el riesgo de infección es esencial, no solo por la pérdida directa de mano de obra, sino también por el efecto potencialmente devastador de la infección en la moral del personal, lo que puede provocar ausentismo. El distanciamiento físico del personal, incluida la comida por separado, es importante.
Los trabajadores de la salud en las UCI son especialmente vulnerables a los problemas de salud mental, incluida la depresión y la ansiedad, durante brotes como COVID-19, debido al temor constante de ser infectado y la carga de trabajo. Las medidas para prevenir tales problemas incluyen un enfoque en la prevención de infecciones para tranquilizar al personal, una comunicación clara del liderazgo del hospital y la UCI, la limitación de las horas de turno y la provisión de áreas de descanso donde sea factible, y apoyo de salud mental a través de equipos multidisciplinarios, incluidos psiquiatras y psicólogos.
Podría requerirse una selección de cuidados críticos que priorice a los pacientes para cuidados intensivos y racione los recursos escasos. Esto se aplica a pacientes con y sin COVID-19, porque ambos grupos estarán compitiendo por los mismos recursos de la UCI.
► "El triage de cuidados críticos es éticamente complejo y puede ser emocionalmente agotador."
Aunque los puntajes genéricos de predicción de resultados fisiológicos podrían no predecir con precisión el curso de la enfermedad, los adultos mayores con comorbilidades, concentraciones más altas de dímero D y proteína C reactiva, y recuentos bajos de linfocitos empeoran.
El racionamiento de recursos también implica la retención y retirada de tratamientos de soporte vital para pacientes existentes en UCI. Con este fin, es digno de mención que una cuarta parte de los pacientes que murieron temprano en el brote de Wuhan no recibieron ventilación invasiva..
► Preguntas de investigación y metodología
Una búsqueda en la Plataforma de Registro de Ensayos Clínicos Internacionales de la OMS el 31 de marzo de 2020 reveló 667 ensayos registrados en COVID-19. Aunque muchos son ensayos de agentes terapéuticos reutilizados o experimentales, otras preguntas más básicas que son igualmente cruciales deben abordarse a través de la investigación.
Los datos sobre la efectividad de NIV y HFNC, y el riesgo asociado de transmisión viral, siguen siendo escasos. Debe estudiarse el riesgo de transmisión nosocomial en salas de UCI compartidas. Se necesitan más datos sobre compromiso cardíaco y disfunción miocárdica. El papel de ECMO no está claro. Las indicaciones para los corticosteroides deben cristalizarse, mientras se consideran las interacciones entre diferentes terapias.
► Existen múltiples desafíos para la investigación durante las pandemias.
Primero, el aumento de la enfermedad a menudo supera los pasos tradicionales para la investigación, incluido el diseño del protocolo, la obtención de fondos y la aprobación de la ética, todo en medio de un trabajo clínico ocupado. Los planes adaptables preaprobados elaborados antes de un brote son útiles.
En segundo lugar, muchos estudios en curso de COVID-19 son de un solo centro y tienen poca potencia para detectar diferencias significativas en los resultados. Con este fin, las pandemias brindan una gran oportunidad para la colaboración. Plataformas como el Consorcio Internacional de Infecciones Respiratorias Agudas y Emergentes (ISARIC ) y el Foro Internacional de Ensayadores de Cuidados Agudos ( InFACT ), formados durante la pandemia de H1N1 2009, permiten que grandes redes de investigación compartan objetivos comunes y estandaricen la recopilación de datos a nivel mundial. El intercambio rápido de China del código genético SARS-CoV-2 tuvo un impacto inmediato en la identificación de casos, el aislamiento y la propagación del virus.
A medida que los países intensifican los esfuerzos para prevenir o retrasar la propagación de COVID-19, el mundo debe prepararse para la posibilidad de que las medidas de contención y mitigación puedan fallar. La comunidad de la UCI debe prepararse para esta oleada de pacientes potencialmente abrumadora y optimizar los flujos de trabajo, por adelantado, para un diagnóstico y aislamiento rápidos, manejo clínico y prevención de infecciones.
Los administradores de hospitales, los gobiernos y los encargados de formular políticas deben trabajar con los profesionales de la UCI para prepararse para un aumento sustancial en la capacidad de camas de cuidados críticos. Deben proteger a los trabajadores de la salud de la transmisión nosocomial, el agotamiento físico, y problemas de salud mental que podrían verse agravados por la necesidad de tomar decisiones éticamente difíciles sobre el racionamiento de cuidados intensivos.
La colaboración a nivel local, regional, nacional e internacional, con un enfoque en la investigación de alta calidad, la práctica basada en la evidencia, el intercambio de datos y recursos, y la integridad ética frente a desafíos sin precedentes, será clave para el éxito de estos esfuerzos.
► Artículo ➔ Noticia ➲ Tema básico ➜ Editorial
➲ Manejo ambulatorio de casos de COVID-19
► Transmisión presintomática del SARS-CoV-2
➲ Manejo en Cuidados Intensivos de COVID-19
► Hipoxemia y mortalidad en pacientes con COVID-19
► SARS-CoV-2 y sepsis viral: observaciones e hipotesis
➔ Avalancha de estudios de baja calidad sobre COVID-19
➜ Errores de pensamiento durante pandemia de COVID-19
➔ Análisis aerodinámico del COVID-19 en dos hospitales de Wuhan
➜ Un Síndrome de Distres Respiratorio Agudo Atípico: EL COVID-19
➲ Directrices de tratamiento en pacientes con infección por COVID-19
► Neumonía por el COVID-19: ¿Diferentes tratamientos para diferentes fenotipos?
► Transmisión presintomática del SARS-CoV-2
➲ Manejo en Cuidados Intensivos de COVID-19
► Hipoxemia y mortalidad en pacientes con COVID-19
► SARS-CoV-2 y sepsis viral: observaciones e hipotesis
➔ Avalancha de estudios de baja calidad sobre COVID-19
➜ Errores de pensamiento durante pandemia de COVID-19
➔ Análisis aerodinámico del COVID-19 en dos hospitales de Wuhan
➜ Un Síndrome de Distres Respiratorio Agudo Atípico: EL COVID-19
➲ Directrices de tratamiento en pacientes con infección por COVID-19
► Neumonía por el COVID-19: ¿Diferentes tratamientos para diferentes fenotipos?
1. Morens DM, Daszak P, Taubenberger JK. Escaping Pandora’s box— another novel coronavirus. N Engl J Med 2020; published online Feb 26. DOI:10.1056/NEJMp2002106.
2. Worldometer. COVID-19 coronavirus pandemic. April 2, 2020. https://www.worldometers.info/coronavirus/ (accessed April 2, 2020).
3. WHO. Summary of probable SARS cases with onset of illness from 1 November 2002 to 31 July 2003. Dec 31, 2003. https://www.who. int/csr/sars/country/table2004_04_21/en/ (accessed March 7, 2020).
4. WHO. Middle East respiratory syndrome coronavirus (MERS-CoV). Nov 30, 2019. https://www.who.int/emergencies/mers-cov/en/ (accessed March 7, 2020).
5. Xie J, Tong Z, Guan X, Du B, Qiu H, Slutsky AS. Critical care crisis and some recommendations during the COVID-19 epidemic in China. Intensive Care Med 2020; published online March 2. DOI:10.1007/s00134-020-05979-7.
6 Qiu H, Tong Z, Ma P, et al. Intensive care during the coronavirus epidemic. Intensive Care Med 2020; 46: 576–78.
7 Baud D, Qi X, Nielsen-Saines K, Musso D, Pomar L, Favre G. Real estimates of mortality following COVID-19 infection. Lancet Infect Dis 2020; published online March 12. https://doi.org/10.1016/S1473-3099(20)30195-X.
8 WHO-China Joint Mission. Report of the WHO-China Joint Mission on Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). Feb 28, 2020. https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/who-china- joint-mission-on-covid-19-final-report.pdf (accessed March 7, 2020).
9 Grasselli G, Pesenti A, Cecconi M. Critical care utilization for the COVID-19 outbreak in Lombardy, Italy: early experience and forecast during an emergency response. JAMA 2020; published online March 13. DOI:10.1001/jama.2020.4031.
10 Remuzzi A, Remuzzi G. COVID-19 and Italy: what next? Lancet 2020; published online March 13. https://doi.org/10.1016/S0140- 6736(20)30627-9.
11 Wang D, Hu B, Hu C, et al. Clinical characteristics of
138 hospitalized patients with 2019 novel coronavirus-infected pneumonia in Wuhan, China. JAMA 2020; published online Feb 7. DOI:10.1001/jama.2020.1585.
12 Guan WJ, Ni ZY, Hu Y, et al. Clinical characteristics of coronavirus disease 2019 in China. N Engl J Med 2020; published online Feb 28. DOI:10.1056/NEJMoa2002032.
13 Huang C, Wang Y, Li X, et al. Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China. Lancet 2020; 395: 497–506.
14 Chen N, Zhou M, Dong X, et al. Epidemiological and clinical characteristics of 99 cases of 2019 novel coronavirus pneumonia in Wuhan, China: a descriptive study. Lancet 2020; 395: 507–13.
15 Yang X, Yu Y, Xu J, et al. Clinical course and outcomes of critically ill patients with SARS-CoV-2 pneumonia in Wuhan, China: a single- centered, retrospective, observational study. Lancet Respir Med 2020; published online Feb 24. https://doi.org/10.1016/S2213- 2600(20)30079-5.
16 Arentz M, Yim E, Klaff L, et al. Characteristics and outcomes of 21 critically ill patients with COVID-19 in Washington state. JAMA 2020; published online March 19. DOI:10.1001/jama.2020.4326.
17 Cao J, Hu X, Cheng W, Yu L, Tu WJ, Liu Q. Clinical features and short-term outcomes of 18 patients with corona virus disease 2019 in intensive care unit. Intensive Care Med 2020; published online March 2. DOI:10.1007/s00134-020-05987-7.
18 Zhou F, Yu T, Du R, et al. Clinical course and risk factors for mortality of adult inpatients with COVID-19 in Wuhan, China: a retrospective cohort study. Lancet 2020; 395: 1054–62.
19 Shi H, Han X, Jiang N, et al. Radiological findings from 81 patients with COVID-19 pneumonia in Wuhan, China: a descriptive study. Lancet Infect Dis 2020; 20: 425–34.
20 Ai T, Yang Z, Hou H, et al. Correlation of chest CT and RT-PCR testing in coronavirus disease 2019 (COVID-19) in China: a report of 1014 cases. Radiology 2020; published online Feb 26. DOI:10.1148/ radiol.2020200642.
21 Novel Coronavirus Pneumonia Emergency Response Epidemiology Team. The epidemiological characteristics of an outbreak of 2019 novel coronavirus diseases (COVID-19) in China.
22 Zhonghua Liu Xing Bing Xue Za Zhi 2020; 41: 145–51 (in Chinese).
23 Wu Z, McGoogan JM. Characteristics of and important lessons from the coronavirus disease 2019 (COVID-19) outbreak in China: summary of a report of 72314 cases from the Chinese Center for Disease Control and Prevention. JAMA 2020; published online Feb 24. DOI:10.1001/jama.2020.2648.
24 Ruan Q, Yang K, Wang W, Jiang L, Song J. Clinical predictors of mortality due to COVID-19 based on an analysis of data of 150 patients from Wuhan, China. Intensive Care Med 2020; published online March 3. DOI:10.1007/s00134-020-05991-x.
25 Wu C, Chen X, Cai Y, et al. Risk factors associated with acute respiratory distress syndrome and death in patients with coronavirus disease 2019 pneumonia in Wuhan, China. JAMA Intern Med 2020; published online March 13. DOI:10.1001/ jamainternmed.2020.0994.
26 Zhao D, Yao F, Wang L, et al. A comparative study on the clinical features of COVID-19 pneumonia to other pneumonias. Clin Infect Dis 2020; published online March 12. DOI:10.1093/cid/ ciaa247.
27 WHO. Global surveillance for COVID-19 caused by human infection with COVID-19 virus: interim guidance. March 20, 2020. https://www. who.int/docs/default-source/coronaviruse/global-surveillance-for- covid-v-19-final200321-rev.pdf (accessed March 22, 2020).
28 van Doremalen N, Bushmaker T, Morris DH, et al. Aerosol and surface stability of SARS-CoV-2 as compared with SARS-CoV-1. N Engl J Med 2020; published online March 17. DOI:10.1056/NEJMc2004973.
29 Wang W, Xu Y, Gao R, et al. Detection of SARS-CoV-2 in different types of clinical specimens. JAMA 2020; published online March 11. DOI:10.1001/jama.2020.3786.
30 Mukhopadhyay A, Tambyah PA, Singh KS, Lim TK, Lee KH. SARS in a hospital visitor and her intensivist. J Hosp Infect 2004; 56: 249–50. Group of Interventional Respiratory Medicine, Chinese Thoracic Society. Expert consensus for bronchoscopy during the epidemic of 2019 novel coronavirus infection (Trial version).
31 Zhonghua Jie He He Hu Xi Za Zhi 2020; 43: 199–202 (in Chinese). Young BE, Ong SWX, Kalimuddin S, et al. Epidemiologic features and clinical course of patients infected with SARS-CoV-2 in Singapore. JAMA 2020; published online March 3. DOI:10.1001/jama.2020.3204.
32 Pang J, Wang MX, Ang IYH, et al. Potential rapid diagnostics, vaccine and therapeutics for 2019 novel coronavirus (2019-nCoV): a systematic review. J Clin Med 2020; 9: 623.
33 Alhazzani W, Moller MH, Arabi YM, et al. Surviving Sepsis Campaign: guidelines on the management of critically ill adults with Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). Intensive Care Med 2020; published online March 28. DOI:10.1007/s00134-020-06022-5.
34 Tran K, Cimon K, Severn M, Pessoa-Silva CL, Conly J. Aerosol generating procedures and risk of transmission of acute respiratory infections to healthcare workers: a systematic review. PLoS One 2012; 7: e35797.
35 Simonds AK, Hanak A, Chatwin M, et al. Evaluation of droplet dispersion during non-invasive ventilation, oxygen therapy, nebuliser treatment and chest physiotherapy in clinical practice: implications for management of pandemic influenza and other airborne infections. Health Technol Assess 2010; 14: 131–72.
36 Hui DS, Chow BK, Lo T, et al. Exhaled air dispersion during high- flow nasal cannula therapy versus CPAP via different masks. Eur Respir J 2019; 53: 1802339.
37 Leung CCH, Joynt GM, Gomersall CD, et al. Comparison of high- flow nasal cannula versus oxygen face mask for environmental bacterial contamination in critically ill pneumonia patients: a randomized controlled crossover trial. J Hosp Infect 2019; 101: 84–87.
38 Xu XP, Zhang XC, Hu SL, et al. Noninvasive ventilation in acute hypoxemic nonhypercapnic respiratory failure: a systematic review and meta-analysis. Crit Care Med 2017; 45: e727–33.
39 Bellani G, Laffey JG, Pham T, et al. Epidemiology, patterns of care, and mortality for patients with acute respiratory distress syndrome in intensive care units in 50 countries. JAMA 2016; 315: 788–800.
40 Arabi YM, Arifi AA, Balkhy HH, et al. Clinical course and outcomes of critically ill patients with Middle East respiratory syndrome coronavirus infection. Ann Intern Med 2014; 160: 389–97.
41 Rochwerg B, Granton D, Wang DX, et al. High flow nasal cannula compared with conventional oxygen therapy for acute hypoxemic respiratory failure: a systematic review and meta-analysis. Intensive Care Med 2019; 45: 563–72.
42 Kang BJ, Koh Y, Lim CM, et al. Failure of high-flow nasal cannula therapy may delay intubation and increase mortality. Intensive Care Med 2015; 41: 623–32.
43 Wax RS, Christian MD. Practical recommendations for critical care and anesthesiology teams caring for novel coronavirus (2019-nCoV) patients. Can J Anaesth 2020; published online Feb 12. DOI:10.1007/s12630-020-01591-x.
44 Fan E, Del Sorbo L, Goligher EC, et al. An official American Thoracic Society/European Society of Intensive Care Medicine/ Society of Critical Care Medicine clinical practice guideline: Mechanical ventilation in adult patients with acute respiratory distress syndrome. Am J Respir Crit Care Med 2017; 195: 1253–63.
45 Matthay MA, Aldrich JM, Gotts JE. Treatment for severe acute respiratory distress syndrome from COVID-19. Lancet Respir Med 2020; published online March 20. https://doi.org/10.1016/S2213- 2600(20)30127-2.
46 Aoyama H, Uchida K, Aoyama K, et al. Assessment of therapeutic interventions and lung protective ventilation in patients with moderate to severe acute respiratory distress syndrome: a systematic review and network meta-analysis. JAMA Netw Open 2019; 2: e198116.
47 Alshahrani MS, Sindi A, Alshamsi F, et al. Extracorporeal membrane oxygenation for severe Middle East respiratory syndrome coronavirus. Ann Intensive Care 2018; 8: 3.
48 Ramanathan K, Antognini D, Combes A, et al. Planning and provision of ECMO services for severe ARDS during the COVID-19 pandemic and other outbreaks of emerging infectious diseases. Lancet Respir Med 2020; published online March 20. https://doi.org/10.1016/S2213-2600(20)30121-1.
49 MacLaren G, Fisher D, Brodie D. Preparing for the most critically ill patients with COVID-19: the potential role of extracorporeal membrane oxygenation. JAMA 2020; published online Feb 19. DOI:10.1001/jama.2020.2342.
50 Zhang H, Penninger JM, Li Y, Zhong N, Slutsky AS. Angiotensin- converting enzyme 2 (ACE2) as a SARS-CoV-2 receptor: molecular mechanisms and potential therapeutic target. Intensive Care Med 2020; 46: 586–90.
51 Zheng YY, Ma YT, Zhang JY, Xie X. COVID-19 and the cardiovascular system. Nat Rev Cardiol 2020; published online March 5. DOI:10.1038/s41569-020-0360-5.
52 Silversides JA, Major E, Ferguson AJ, et al. Conservative fluid management or deresuscitation for patients with sepsis or acute respiratory distress syndrome following the resuscitation phase of critical illness: a systematic review and meta-analysis. Intensive Care Med 2017; 43: 155-70
53 Lippi G, Lavie CJ, Sanchis-Gomar F. Cardiac troponin I in patients with coronavirus disease 2019 (COVID-19): Evidence from a meta- analysis. Prog Cardiovasc Dis 2020; published online March 10. DOI:10.1016/j.pcad.2020.03.001.
54 He XW, Lai JS, Cheng J, et al. Impact of complicated myocardial injury on the clinical outcome of severe or critically ill COVID-19 patients. Zhonghua Xin Xue Guan Bing Za Zhi 2020; 48: E011.
55 Lin D, Liu L, Zhang M, et al. Co-infections of SARS-CoV-2 with multiple common respiratory pathogens in infected patients. Sci China Life Sci 2020; published online March 5. DOI:10.1007/ s11427-020-1668-5.
56 Ding Q, Lu P, Fan Y, Xia Y, Liu M. The clinical characteristics of pneumonia patients co-infected with 2019 novel coronavirus and influenza virus in Wuhan, China. J Med Virol 2020; published online March 20. DOI:10.1002/jmv.25781.
57 Mehta P, McAuley DF, Brown M, et al. COVID-19: consider cytokine storm syndromes and immunosuppression. Lancet 2020; published online March 16. https://doi.org/10.1016/S0140- 6736(20)30628-0.
58 Stockman LJ, Bellamy R, Garner P. SARS: systematic review of treatment effects. PLoS Med 2006; 3: e343.
59 Arabi YM, Mandourah Y, Al-Hameed F, et al. Corticosteroid therapy for critically ill patients with Middle East Respiratory Syndrome. Am J Respir Crit Care Med 2018; 197: 757–67.
60 Lansbury L, Rodrigo C, Leonardi-Bee J, Nguyen-Van-Tam J, Lim WS. Corticosteroids as adjunctive therapy in the treatment of influenza. Cochrane Database Syst Rev 2019; 2: CD010406.
61 WHO. Clinical management of severe acute respiratory infection (SARI) when COVID-19 disease is suspected: interim guidance. March 13, 2020. https://www.who.int/publications-detail/clinical- management-of-severe-acute-respiratory-infection-when-novel- coronavirus-(ncov)-infection-is-suspected (accessed March 15, 2020).
62. Liew MF, Siow WT, Yau YW, See KC. Safe patient transport for COVID-19. Crit Care 2020; 24: 94.
63. Liao X, Wang B, Kang Y. Novel coronavirus infection during the 2019–2020 epidemic: preparing intensive care units—the experience in Sichuan Province, China. Intensive Care Med 2020; 46: 357–60.
64. Peng QY, Wang XT, Zhang LN, Chinese Critical Care Ultrasound Study Group. Findings of lung ultrasonography of novel corona virus pneumonia during the 2019–2020 epidemic. Intensive Care Med 2020; published online March 12. DOI:10.1007/s00134-020-05996-6.
65. Liu Y, Yan L, Wan L, et al. Viral dynamics in mild and severe cases of COVID-19. Lancet Infect Dis 2020; published online March 19. https://doi.org/10.1016/S1473-3099(20)30232-2.
66. WHO. Informal consultation on prioritization of candidate therapeutic agents for use in novel coronavirus 2019 infection. Jan 24, 2020. https://apps.who.int/iris/bitstream/ handle/10665/330680/WHO-HEO-RDBlueprint%28nCoV%29- 2020.1-eng.pdf (accessed March 2, 2020).
67. Mulangu S, Dodd LE, Davey RT Jr, et al. A randomized, controlled trial of Ebola virus disease therapeutics. N Engl J Med 2019; 381: 2293–303.
68. Sheahan TP, Sims AC, Leist SR, et al. Comparative therapeutic efficacy of remdesivir and combination lopinavir, ritonavir, and interferon beta against MERS-CoV. Nat Commun 2020; 11: 222.
69. Wang M, Cao R, Zhang L, et al. Remdesivir and chloroquine effectively inhibit the recently emerged novel coronavirus (2019-nCoV) in vitro. Cell Res 2020; 30: 269–71.
70 Sheahan TP, Sims AC, Graham RL, et al. Broad-spectrum antiviral GS-5734 inhibits both epidemic and zoonotic coronaviruses. Sci Transl Med 2017; 9: eaal3653.
71 Cao B, Wang Y, Wen D, et al. A trial of lopinavir-ritonavir in adults hospitalized with severe Covid-19. N Engl J Med 2020; published online March 18. DOI:10.1056/NEJMoa2001282.
72 Arabi YM, Asiri AY, Assiri AM, et al. Treatment of Middle East respiratory syndrome with a combination of lopinavir/ritonavir and interferon-β1b (MIRACLE trial): statistical analysis plan for a recursive two-stage group sequential randomized controlled trial. Trials 2020; 21: 8.
73 Kim UJ, Won EJ, Kee SJ, Jung SI, Jang HC. Combination therapy with lopinavir/ritonavir, ribavirin and interferon-α for Middle East respiratory syndrome. Antivir Ther 2016; 21: 455–59.
74. Chu CM, Cheng VC, Hung IF, et al. Role of lopinavir/ritonavir in the treatment of SARS: initial virological and clinical findings. Thorax 2004; 59: 252–56.
75. Gao J, Tian Z, Yang X. Breakthrough: Chloroquine phosphate has shown apparent efficacy in treatment of COVID-19 associated pneumonia in clinical studies. Biosci Trends 2020; 14: 72–73.
76. Vincent MJ, Bergeron E, Benjannet S, et al. Chloroquine is a potent inhibitor of SARS coronavirus infection and spread. Virol J 2005; 2: 69.
77. Wang M, Cao R, Zhang L, et al. Remdesivir and chloroquine effectively inhibit the recently emerged novel coronavirus (2019-nCoV) in vitro. Cell Res 2020; 30: 269–71.
78. Kalil AC. Treating COVID-19-Off-label drug use, compassionate use, and randomized clinical trials during pandemics. JAMA 2020; published online Mar 24. DOI:10.1001/jama.2020.4742.
79. Gautret P, Lagier J, Parola P, et al. Hydroxychloroquine and azithromycin as a treatment of COVID-19: results of an open-label non-randomized clinical trial. Int J Antimicrob Agents 2020; published online March 20. DOI:10.1016/j.ijantimicag.2020.105949.
80. Yao X, Ye F, Zhang M, et al. In vitro antiviral activity and projection of optimized dosing design of hydroxychloroquine for the treatment of severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2). Clin Infect Dis 2020; published online March 9. DOI:10.1093/cid/ ciaa237.
81. Beigel JH, Voell J, Kumar P, et al. Safety and tolerability of a novel, polyclonal human anti-MERS coronavirus antibody produced from transchromosomic cattle: a phase 1 randomised, double-blind, single-dose-escalation study. Lancet Infect Dis 2018; 18: 410–18.
82. Luke T, Wu H, Zhao J, et al. Human polyclonal immunoglobulin G from transchromosomic bovines inhibits MERS-CoV in vivo. Sci Transl Med 2016; 8: 326ra21.
83. Mair-Jenkins J, Saavedra-Campos M, Baillie JK, et al. The effectiveness of convalescent plasma and hyperimmune immunoglobulin for the treatment of severe acute respiratory infections of viral etiology: a systematic review and exploratory meta-analysis. J Infect Dis 2015; 211: 80–90.
84. Arabi Y, Balkhy H, Hajeer AH, et al. Feasibility, safety, clinical, and laboratory effects of convalescent plasma therapy for patients with Middle East respiratory syndrome coronavirus infection: a study protocol. Springerplus 2015; 4: 709.
85. Shen C, Wang Z, Zhao F, et al. Treatment of 5 critically ill patients with COVID-19 with convalescent plasma. JAMA 2020; published online March 27. DOI:10.1001/jama.2020.4783.
86 Chen C, Zhang XR, Ju ZY, He WF. Advances in the research of cytokine storm mechanism induced by corona virus disease 2019 and the corresponding immunotherapies.
Zhonghua Shao Shang Za Zhi 2020; 36: E005; published online March 1. DOI:10.3760/cma.j.cn501120-20200224-00088 (in Chinese).
87 Dong L, Hu S, Gao J. Discovering drugs to treat coronavirus disease 2019 (COVID-19). Drug Discov Ther 2020; 14: 58–60.
88 Chan KW, Wong VT, Tang SCW. COVID-19: An update on the epidemiological, clinical, preventive and therapeutic evidence and guidelines of integrative Chinese-Western medicine for the management of 2019 novel coronavirus disease. Am J Chin Med 2020; published online March 13. doi:10.1142/S0192415X20500378.
89 Song Y, Yao C, Yao Y, et al. XueBiJing injection versus placebo for critically ill patients with severe community-acquired pneumonia: a randomized controlled trial. Crit Care Med 2019; 47: e735–43.
90 WHO. Ethical considerations for use of unregistered interventions for Ebola viral disease: report of an advisory panel to WHO. 2014. https://apps.who.int/iris/handle/10665/130997 (accessed March 3, 2020).
91 Wu JT, Leung K, Leung GM. Nowcasting and forecasting the potential domestic and international spread of the 2019-nCoV outbreak originating in Wuhan, China: a modelling study. Lancet 2020; 395: 689–97.
92 WHO. Rational use of personal protective equipment for coronavirus disease 2019 (COVID-19): interim guidance. Feb 27, 2020. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/331215/WHO- 2019-nCov-IPCPPE_use-2020.1-eng.pdf (accessed March 1, 2020).
93 Gomersall CD, Tai DY, Loo S, et al. Expanding ICU facilities in an epidemic: recommendations based on experience from the SARS epidemic in Hong Kong and Singapore. Intensive Care Med 2006; 32: 1004–13.
94. Wong JEL, Leo YS, Tan CC. COVID-19 in Singapore-current experience: critical global issues that require attention and action. JAMA 2020; published online Feb 20. DOI:10.1001/jama.2020.2467.
95. Centers for Disease Control and Prevention. Strategies for optimizing the supply of n95 respirators: crisis/alternate strategies. March 17, 2020. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/hcp/ respirators-strategy/index.html (accessed March 21, 2020).
96. Hui CYT, Leung CCH, Gomersall CD. Performance of a novel non-fit-tested HEPA filtering face mask. Infect Control Hosp Epidemiol 2017; 38: 1260–61.
97. Zamora JE, Murdoch J, Simchison B, Day AG. Contamination: a comparison of 2 personal protective systems. CMAJ 2006; 175: 249–54.
98. Bouadma L, Lescure FX, Lucet JC, Yazdanpanah Y, Timsit JF. Severe SARS-CoV-2 infections: practical considerations and management strategy for intensivists. Intensive Care Med 2020; 46: 579–82.
99. Gomersall CD, Joynt GM, Ho OM, et al. Transmission of SARS to healthcare workers. The experience of a Hong Kong ICU. Intensive Care Med 2006; 32: 564–69.
100. Pillet S, Berthelot P, Gagneux-Brunon A, et al. Contamination of healthcare workers’ mobile phones by epidemic viruses. Clin Microbiol Infect 2016; 22: 456 e1–6.
101. Ong SWX, Tan YK, Chia PY, et al. Air, surface environmental, and personal protective equipment contamination by severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) from a symptomatic patient. JAMA 2020; published online March 4. DOI:10.1001/jama.2020.3227.
102. Kim SH, Chang SY, Sung M, et al. Extensive viable Middle East respiratory syndrome (MERS) coronavirus contamination in air and surrounding environment in MERS isolation wards. Clin Infect Dis 2016; 63: 363–69.
103. Centers for Disease Control and Prevention. Interim infection prevention and control recommendations for patients with suspected or confirmed coronavirus disease 2019 (COVID-19) in healthcare settings. March 19, 2020. https://www.cdc.gov/ coronavirus/2019-ncov/infection-control/control-recommendations. html?CDC_AA_refVal=https%3A%2F%2Fwww.cdc. gov%2Fcoronavirus%2F2019-ncov%2Fhcp%2Finfection-control. html (accessed Feb 26, 2020).
104. WHO. Infection prevention and control during health care when novel coronavirus (nCoV) infection is suspected: interim guidance. Jan 25, 2020. https://www.who.int/publications-detail/infection- prevention-and-control-during-health-care-when-novel-coronavirus- (ncov)-infection-is-suspected-20200125 (accessed Feb 27, 2020).
105. Arabi YM, Phua J, Koh Y, et al. Structure, organization, and delivery of critical care in Asian ICUs. Crit Care Med 2016; 44: e940–48.
106. Wai JK, Gomersall CD. A controlled crossover human volunteer study of the in vivo filtration efficacy of a high-efficiency particulate air-filtering oxygen mask. Am J Infect Control 2011; 39: 782–84.
107. Fisher D, Wilder-Smith A. The global community needs to swiftly ramp up the response to contain COVID-19. Lancet 2020; published online March 18. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30679-6.
108. Phua J, Faruq MO, Kulkarni AP, et al. Critical care bed capacity in Asian countries and regions. Crit Care Med 2020; published online Jan 9. DOI:10.1097/CCM.0000000000004222.
109. Rhodes A, Ferdinande P, Flaatten H, Guidet B, Metnitz PG, Moreno RP. The variability of critical care bed numbers in Europe. Intensive Care Med 2012; 38: 1647–53.
110. Rosenbaum L. Facing Covid-19 in Italy—ethics, logistics, and therapeutics on the epidemic’s front line. N Engl J Med 2020; published online March 18. DOI:10.1056/NEJMp2005492.
111. Murthy S, Leligdowicz A, Adhikari NK. Intensive care unit capacity in low-income countries: a systematic review. PLoS One 2015; 10: e0116949.
112 Gilbert M, Pullano G, Pinotti F, et al. Preparedness and vulnerability of African countries against importations of COVID-19: a modelling study. Lancet 2020; 395: 871–77.
113 Einav S, Hick JL, Hanfling D, et al. Surge capacity logistics: care of the critically ill and injured during pandemics and disasters: CHEST consensus statement. Chest 2014; 146 (suppl): e17S–43S.
114 Lee A, Cheung YSL, Joynt GM, Leung CCH, Wong WT, Gomersall CD. Are high nurse workload/staffing ratios associated with decreased survival in critically ill patients? A cohort study. Ann Intensive Care 2017; 7: 46.
115 Joynt GM, Zimmerman J, Li TST, Gomersall CD. A systematic review of short courses for nonspecialist education in intensive care. J Crit Care 2011; 26: 533.e1–10.
116 Liew MF, Siow WT, MacLaren G, See KC. Preparing for COVID-19: early experience from an intensive care unit in Singapore. Crit Care 2020; 24: 83.
117 Adams JG, Walls RM. Supporting the health care workforce during the COVID-19 global epidemic. JAMA 2020; published online March 12. DOI:10.1001/jama.2020.3972.
118 Xiang YT, Yang Y, Li W, et al. Timely mental health care for the 2019 novel coronavirus outbreak is urgently needed. Lancet Psychiatry 2020; 7: 228–29.
119 Wu P, Fang Y, Guan Z, et al. The psychological impact of the SARS epidemic on hospital employees in China: exposure, risk perception, and altruistic acceptance of risk. Can J Psychiatry 2009; 54: 302–11.
120 Christian MD, Sprung CL, King MA, et al. Triage: care of the critically ill and injured during pandemics and disasters: CHEST consensus statement. Chest 2014; 146 (suppl): e61S–74S.
121 Vergano M, Bertolini G, Giannini A, et al. Clinical ethics recommendations for the allocation of intensive care treatments, in exceptional, resource-limited circumstances. March 16, 2020. http://www.siaarti.it/SiteAssets/News/COVID19%20-%20 documenti%20SIAARTI/SIAARTI%20-%20Covid-19%20-%20 Clinical%20Ethics%20Reccomendations.pdf (accessed March 22, 2020).
122 National Institute for Health and Care Excellence. COVID-19 rapid guideline: critical care. March 20, 2020. https://www.nice.org.uk/ guidance/NG159 (accessed March 22, 2020).
123 Ranieri VM, Pettila V, Karvonen MK, et al. Effect of intravenous
interferon beta-1a on death and days free from mechanical ventilation among patients with moderate to severe acute respiratory distress syndrome: a randomized clinical trial. JAMA 2020; published online Feb 17. DOI:10.1001/jama.2019.22525.
124 The InFACT Global H1N1 Collaboration. InFACT: a global critical care research response to H1N1. Lancet 2010; 375: 11–13.
125 WHO. A multi-centre, adaptive, randomized, double-blind, placebo- controlled clinical trial of the safety and efficacy of investigational therapeutics for the treatment of COVID-19 in hospitalized patients. Feb 24, 2020. https://www.who.int/blueprint/priority-diseases/key- action/multicenter-adaptive-RCT-of-investigational-therapeutics- for-COVID-19.pdf?ua=1 (accessed March 2, 2020).
126 Wu F, Zhao S, Yu B, et al. A new coronavirus associated with human respiratory disease in China. Nature 2020; 579: 265–69.
127 Johansson MA, Reich NG, Meyers LA, Lipsitch M. Preprints: an underutilized mechanism to accelerate outbreak science. PLoS Med 2018; 15: e1002549.
128 Huynh N, Baumann A, Loeb M. Reporting quality of the 2014 Ebola outbreak in Africa: a systematic analysis. PLoS One 2019; 14: e0218170.
No hay comentarios:
Publicar un comentario